jueves, 19 de enero de 2012

Cuentos para el recuerdo

De entre las curiosidades de Jorge Luis Borges, una de las más famosas es la de su trabajo en El Hogar, publicación argentina cuyo símil contemporáneo sería, por dar un ejemplo vago, Cosmopolitan. Durante su colaboración en la revista —la cual duró más de 20 años—, Borges tuvo a su cargo la sección de "Libros y autores extranjeros", aunque dicha enmienda duró sólo tres años, de 1936 a 1939.

Borges
Jorge Luis Borges

El 26 de julio de 1935, en una sección de la revista titulada "Un cuento, joya de la literatura", Borges publicó una lista de 10 cuentos que le parecían memorables, eligiendo Donde su fuego nunca se apaga (Where their fire is not quenched) como el más memorable de ellos, "en gracia de su poca notoriedad y su valor indudable"; y mencionando, además, a dos autores de los que no elige obra en particular: el Infante don Juan Manuel y O'Henry.

Es a partir de esa lista que la editorial Punto de lectura publica la antología Cuentos memorables según Jorge Luis Borges, reuniendo la decena de historias que el literato mencionara directamente en aquella ocasión y un cuento de cada uno de los autores nombrados, siendo uno reescrito por Borges en Historia universal de la infamia como El brujo postergado y el otro mencionado en su Introducción a la literatura americana. La recopilación utiliza traducciones que el propio Borges realizara de cada obra o, de no existir, se seleccionan las referidas por él, utilizando las traducciones ajenas más famosas de no haber ni lo uno ni lo otro.

Los cuentos son:

  • Donde su fuego nunca se apaga (Where their fire is not quenched), de May Sinclair
  • El corazón de las tinieblas (Hearth of Darkness), de Joseph Conrad
  • El jardinero (The gardener), de Rudyard Kipling
  • El dios de los gongs (The god of the gongs), de Gilbert Keith Chesterton
  • Historia de Abdula, el mendigo ciego, incluido en Las mil y una noches
  • De lo que ocurrió a un deán de Santiago con don Illán, el gran mago que vivía en Toledo, del Infante don Juan Manuel
Y los cinco que conmino especialmente a leer, sea por su brevedad —algo que, en los cuentos, considero una virtud— o por su calidad literaria, sin desmerecer a los antes mencionados:
  • La pata de mono (The monkey's paw), de William Wymark Jacobs

La fuente de aquel recordado capítulo de Halloween de Los Simpson en el cual Homero se hace de la misma extremidad de animal, la cual concede deseos. Muy corto en comparación con los demás, La pata de mono es una sucesión de hechos desencadenados a partir de un deseo realizado, la cual desemboca en un momento escalofriante y de suspense puro, un punto de absoluta incertidumbre que corona magníficamente el desenlace. Una reiteración del peligro que conlleva la posesión del poder que concede los anhelos más profundos.

  • Bola de sebo (Boule de suif), de Guy de Maupassant

Aunque la cuestión ética y la moraleja son evidentes, el relato tiene una candidez y una inteligencia que se sobreponen a cualquier intención evangelizadora. Encanta por la elocuencia del narrador y por la construcción de sus personjes: nobles y prostitutas conviviendo en una situación desesperada y, como se dice coloquialmente en México, cada cual "sacando el cobre" según la situación.

  • El cuento más hermoso del mundo (The finest story in the world), de Rudyard Kipling

Al igual que todos los hombres, Rudyard Kipling fue muchos hombres —el caballero inglés, el imperialista, el bibliógrafo, el interlocutor de soldados y de montañas—; pero ninguno con más convicción que el artífice. El craftsman, para decirlo con la misma palabra a la que volvió siempre su pluma.
—Jorge Luis Borges, El Hogar (1937)

Maravilloso tratado sobre el proceso de inspiración y sus pormenores, considerando cuestiones como la edad, el acervo, la memoria e incluso el amor. Kipling, históricamente reconocido como el autor de El libro de la selva, ofrece una odisea en el camino a la culminación de la que, según se promete, sería la mejor historia jamás escrita por algún mortal.

  • Los expulsados de Poker-Flat (Outcasts of Poker-Flat), de Francis Bret Harte

Bret Harte comparte una facultad con Chesterton y con Stevenson: la invención (y la enérgica fijación) de memorables rasgos visuales.
—Jorge Luis Borges, Bocetos californianos
Parecido a Bola de sebo, Harte cuenta el destino de los desterrados por fuerzas mayores. Hermoso relato sobre el destino y la imposibilidad del último día, así como de la importancia de quienes nos rodean. Harte oficia una historia en la que cada personaje se vuelve entrañable, dejando fluir de ellos su aspecto más humano y conmovedor, contando con un momento final digno de lágrimas.

  • El escarabajo de oro (The gold bug), de Edgar Allan Poe

La literatura es inconcebible sin Whitman y Poe.
—Jorge Luis Borges, prólogo a Cuentos, en su Biblioteca Personal
De los 12 relatos era el único que había leído previamente. Saliéndose de la tónica acostumbrada de las historias de Poe, en esta ocasión se presenta una historia de lógica y de investigación, aunque sin el aspecto policíaco de las historias de Auguste Dupin. Ambientada en los pantanos del sur de Estados Unidos, es un monumento a la metodología científica de investigación y al raciocinio, teniendo la sobresaliente capacidad de darle un ritmo y una atmósfera a todo que no cae en el tedio, manteniendo al lector en vilo a lo largo de toda la narración e, incluso, invitándolo en cierto momento a resolver el misterio a la par de los protagonistas.

Cuentos memorables según Borges resulta una reunión nutrida y prácticamente universal de relatos cortos (y algunos no tanto). La selección del argentino, basada en la comunión entre lo crítico y lo predilecto, es bastante amena en consideración de su propia obra y, ante todo, muy entretenida. Una invitación para explorar el trabajo de cada autor seleccionado y, además, un punto de partida considerable para ampliar el acervo literario.


Cuentos memorables

Cuentos memorables según Jorge Luis Borges
Autor: varios
Editorial: Punto de lectura

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