Controles de "Project Cafe". Dicen.
No es de extrañar que el ciclo de vida de la consola de Nintendo llegue a su fin el próximo año, pues desde un principio, y dadas las características técnicas de la máquina, estaba sobreentendido que cumpliría la misma edad que el Game Cube o el N64 antes de ser relevada. Sin embargo, la cuestión es que, aún faltando alrededor de 12 meses para ser desplazada, Wii está prácticamente muerta.
Y digo prácticamente tanto por uno que otro jueguillo pululando por ahí como por la próxima salida del esperado The Legend of Zelda: Skyward Sword, que es lo único que pudiese volver interesante a la consola de mesa de Nintendo.
Hay gente que también espera The Last Story. Yo respeto.
Es lamentable porque, según alcanzo a entender, quien ha tenido la culpa de este abandono de buenas entregas ha sido la misma Nintendo. En 2010 los juegos más memorables (que no necesariamente juegos sobresalientes) han sido todos de franquicias de la misma empresa: Donkey Country Returns, Metroid: Other M, Super Mario Galaxy 2... y paremos de contar. La participación de third parties fue, como máximo, decente, pero en ningún modo le ha llegado a los talones a las obras antes mencionadas. Y Nintendo en ningún momento se ha visto con la iniciativa de apoyar a empresas externas, antes se ha cerrado en su esfera de estadísticas de ventas desmesuradas (al menos hasta el E3 2010) y las ya mencionadas propias franquicias.
La cuestión de no dar el tope en lo creativo y lo técnico no sería tan mala si, al menos, hubiera propuestas más variadas en cuanto a género; no obstante, ocurrió lo que muchos siempre temimos: Wii se llenó de jueguitos basura hechos con tres pesos y que tienen como fin aprovechar alguna serie de televisión infantil o la película del momento. Aún cuando los detractores podrían apostar que este era el destino obvio de Wii, muchos vimos en ella un futuro prometedor no en el aspecto técnico del desarrollo de videojuegos, sino en las posibilidades que el gameplay (novedoso cuando recién salió) ofrecía. En ningún momento creo que fuera una máquina que necesariamente debió convertirse en hervidero de juegos chatarra, pero su notoria falta de buenos juegos que equilibraran la balanza la terminó convirtiendo en eso. Peor aún, una reciente ola de juegos de baile (juegos casuales donde los haya) ha tomado un auge que creo no se vio venir, pues cosas como Michael Jackson: The Experience, resultaron con desastrosas calificaciones pero copiosas ganancias económicas. De ahí que no sólo las empresas se enfoquen a producir en masa más juegos de este tipo, sino que incluso en otras consolas se dé el mismo fenómeno, con mención especial en el Kinect de 360.
En todo caso, el nicho de Wii durante los últimos meses parece ser WiiWare, que aunque tampoco ha remontado a nivel sobresaliente, creo que ha dado más alegrías y sorpresas durante el año pasado que los juegos en físico y de (supuesta) gran producción.
Entonces, ¿le queda algo a Wii? Ningún juego, aparte del ya mencionado Zelda, entusiasma en demasía; las últimas novedades de hardware (WiiSpeak, Wii "nací muerto" Vitality Sensor...) han sido ideas sin gracia y desaprovechadas y, considerando que ya hay sucesora en puerta, no creo que ni la misma Nintendo piense enfocarse más en ella. ¿Se nos ha muerto la Wii (desde hace meses) y no nos resignamos aún?
El post ha venido a propósito de que recientemente he probado Epic Mickey y, con toda certeza, puedo decir que no me he decepcionado tanto en años respecto a un videojuego. Más allá de su linealidad y su simpleza (no esperaba un Shadow of the Colossus, pero chingado...), no recuerdo haberle echado la mano a un videojuego con una cámara tan desastrosa y lamentable, lo que lo hace prácticamente injugable. Una pena, considerando que Warren Spector estaba en la producción.
2 comentarios:
Sí, estaba debajo de una roca, acariciando las formas de las piedras, pensando en tiempos geológicos. Pero no tengo la sensación de haberme perdido nada importante.
Era un comentario irónico. Pero sí, no es nada vital.
Publicar un comentario