viernes, 14 de noviembre de 2014

Centro de gravedad

Interstellar

Me acerqué a Interstellar (Christopher Nolan, 2014) esperando algo que me impactara y me dejara la boca abierta por tres razones: soy muy impresionable, soy fan de las space opera y el trabajo de Nolan hasta el momento me ha fascinado. No encontré Gravity particularmente sobresaliente (y disculparán la mención, pero, así como con 2001..., creo que serán inevitables un par de comparaciones con otras obras del género) y esperaba que esta fuera MI película de sci-fi que me volara la cabeza, que me maravillara de los viajes especiales o que marcara a mi generación. No lo hizo, ciertamente, aunque tampoco me dejó indiferente.

En un mundo donde una plaga ha acabado con casi todas las cosechas (ya sólo existe el maíz, de hecho) y ha cambiado al planeta de tal modo que las tormentas de arena son una constante mundial, Cooper (Matthew McConaughey), un piloto e ingeniero convertido a la fuerza en agricultor dado el estado del mundo, se ve envuelto en un plan de salvación humana que involucra a su hija Murphy (McKenzie Foy/Jessica Chastain), un antiguo profesor universitario, Brand (Michael Caine) y la hija de éste, sólo mencionada por el apellido de su padre, Brand (Anne Hathaway). El plan consiste en el aprovechamiento de un agujero de gusano que misteriosamente apareció hace décadas cerca de Saturno, el cual los llevaría a un sistema planetario al otro lado de la galaxia con planetas potencialmente habitables para toda la humanidad. Cooper y Brand (hija) deberán viajar junto con una tripulación de otros dos a través del agujero de gusano y encontrarse con un grupo de astronautas enviados hace años para explorar los planetas con potencial habitable, para finalmente decidir cómo efectuar el plan de salvación humana. La película girará en torno a dos historias paralelas: la del viaje interestelar y la de la mencionada Murphy, quien, junto con el profesor Brand, pasará años intentando salvar a la humanidad desde su trinchera, comunicándose con la misión interestelar y experimentando desfases temporales con ésta a causa de la naturaleza de su viaje.

De ello, se desprenden tres tonos en Interstellar: el de ciencia ficción "dura", con Cooper y su tripulación viajando; el de historia de fin del mundo, con Murphy y la restante familia de Cooper sufriendo el deterioro progresivo del planeta; y el emotivo y sentimental, que se desarrolla con la relación entre los personajes de los dos tonos anteriores: entre Murphy y su hermano con Cooper y entre el profesor Brand y su hija.

El primer tono resulta el más sobresaliente en ejecución, aún con ciertas fallas. No sólo es el pretexto para el despliegue visual más impactante de la película (la entrada al agujero de gusano, el hoyo negro supermasivo y sus efectos luminosos, los distintos planetas que visitan durante el viaje interestelar...), sino también para los peores diálogos de la película: más allá de explicaciones sobreexpuestas entre científicos que no necesitan dichas explicaciones (y que obviamente van más dirigidas al espectador), hay un intento desesperado por darle un aire romántico al viaje espacial, lo que da situaciones y diálogos tan cursis y ñoños que dan pena. El intento de adición de un factor sentimental al viaje no resulta penoso en sí (el mismo 2001... maneja un tono parecido), pero, en el caso de Interstellar, la sutileza al respecto es tan poca que resulta fuera de contexto: mientras que la premisa y lógica interna de la película establece que toda la tripulación (excepto Cooper) son científicos de alto grado, con años dedicados a la preparación de esta misión, al momento de llevarla a cabo la mayoría parecen personajes fuera de género, con frases como "el amor es lo único que trasciende el tiempo y el espacio" o tomas de decisiones que obedecen más a caprichos amorosos que a pragmatismo. Incluso intentando justificar este tipo de decisiones con el dilema de "Planeación contra ejecución", este tipo de cosas fuera de contexto y parecen responder más a una necesidad de crear conflictos dramáticos en donde no hay necesidad de ellos.

Interstellar

La historia de Murphy y el profesor Brand, por otro lado, transcurre paralela a la de Cooper, Brand y compañía. Por un lado, Michael Caine desarrolla un personaje que desde el principio parece tener cierta demencia senil: de nuevo, en pos de darle un aire romántico al personaje, el profesor Brand repite ad nauseam un mismo poema que, en un giro digno de telenovela, será lo último que responda en su lecho de muerte, en lugar de responder a cuestiones vitales sobre la misión interestelar. Murphy, por otro lado, es también un personaje con ciertas incoherencias: alejada del seno familiar motivada por un desprecio infantil al padre, convenientemente mostrará un afecto inusitado no sólo a su hermano y la familia de éste, sino también a su padre.

Finalmente, es en la relación entre las personas en la Tierra y los viajeros que pretende centrarse el drama central, especialmente entre Cooper y su familia. Aquí es donde se hacen evidentes ciertas incoherencias no sólo con las pretensiones científicas de la película —pese a ser ficción científica, es evidente la adopción de la mayoría de las reglas y teorías científicas sobre el viaje especial, algo que la misma promoción de la película ha recalcado varias veces—, sino algunas de lógica interna. Las más notables tienen que ver con los conflictos de relatividad temporal y la comunicación entre planetas y naves pese a ellos (y en los que no ahondaré más para no caer en spoilers), así como el comportamiento del hoyo negro supermasivo presente en gran parte de la película, el cual toma tintes fantásticos en el clímax de la película y parecen ser más otro elemento torcido para servir al dramatismo cursi de la película que un verdadero fenómeno espacial.

(SPOILERS EN EL SIGUIENTE PÁRRAFO)

Sin embargo, para mí el mayor problema de la película es la ausencia de un elenco de personajes completo e interesante en lugar de convertir a uno de ellos (Cooper) en el centro absoluto y eje de todo. Esto no sólo habla de la incapacidad de los guionistas de no crear personajes rémora que parasiten al personaje principal  —mención especial  Brand y Murphy, las únicas dos mujeres "fuertes" en el filme y que no tienen otro propósito más que seguir las órdenes de Cooper o vivir esclavizadas mental y sentimentalmente a él—, sino que además elimina toda incertidumbre o supuesto misterio de la película: la fuerza descomunal aplicada al personaje de Matthew McConaughey lo convierte invariablemente en causa y consecuencia de todo lo que pasa en la película, pues desde el principio se le otorga este aire cuasimesiánico y hasta profético. El gran misterio no es saber qué o quién es esta anomalía en la habitación de Murphy que enciende la película, sino saber cómo es que Cooper se convertirá en ella, pues, con la omnipotencia que se le da al personaje desde el principio, no es muy difícil deducir que él está detrás de todo: él es esa misteriosa mano que aparece de la nada y sin motivo quiere tocar a Brand; él es el misterioso fantasma que, por alguna razón desconocida (para los personajes), le dice "QUÉDATE". La contribución viene también gracias al personaje de Murphy, quien, sin mucha coherencia con el personaje, súbitamente convierte a su personaje en una especie de santo que soluciona todo, en la llave y la solución de todos los problemas.

(FIN DE LOS SPOILERS)

Interstellar

Tampoco es que Interstellar no tenga aciertos, aunque casi todos vienen de su apartado técnico y de su score, compuesto por el asiduo de Nolan, Hans Zimmer. Visualmente tiene escenas increíbles (la entrada al agujero de gusano, la llegada al nuevo sistema planetario, el planeta frío...), además de jugar con el montaje y tomas que asemejan a grabaciones del despegue de archivo de la NASA. Sin embargo, mi elemento favorito fueron los robots CASE y TARS: con un diseño que homenajea al monolito de 2001..., su capacidad de adaptación y funcionamiento es ingeniosa —¿alguien había propuesto un funcionamiento mecánico así antes?—, además de resultar personajes más coherentes y divertidos que los personajes humanos. Como apunte muy personal, y pese a todo lo dicho arriba, la encontré más entretenida que Gravity; mientras que la de Cuarón se enfoca más en la introspección del ser y la realización de su nimiedad en el universo, Interstellar habla del atrevimiento de ir más allá, de conquistar la noche y de la aventura inherente a la exploración y el descubrimiento.

Interstellar, en conclusión, me parece una película que vale la pena verse, incluso con sus fallos. Su fascinación sobre lo desconocido y lo que hay más allá resulta incluso inspirador en el fondo, y en ese sentido, en uno muy subjetivo y personal, puede considerarse junto a los mejores clásicos del género de aventuras: lo que hay allá afuera nos hace tan pequeños como lo dejemos y puede maravillarnos tanto como lo deseemos.


Interstellar
Interstellar
Estados Unidos, Reino Unido: 2014
Director: Christopher Nolan
Protagonistas: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Michael Caine